- Coaching no es terapia.
El coaching no trata con personas enfermas ni cura patologías, es el propio cliente (“que no paciente”) el que define un objetivo y lo alcanza por sus propios méritos. Aunque algunas herramientas puedan coincidir.
- Coaching no es asesoría o formación.
El proceso de coaching no es lineal, ya que se basa en un diálogo entre el coach y el coachee o cliente. Además, el coach se encuentra en el mismo nivel que el cliente, por lo que el saber se construye entre ambos y cualquier persona puede beneficiarse de este proceso.
- Coaching no es mentoring.
El coach no es un mentor, no intenta transmitir su experiencia ni emite juicios u opiniones personales. La tarea principal del coach es ayudar al cliente a descubrir su propio potencial,para lo cual no necesita conocer nada del trabajo del cliente porque toda la sabiduría se encuentra en él.
El proceso de coaching está construido mediante herramientas extraídas de otras escuelas y es un proceso de ayuda pero se distingue de otros procesos del mismo campo en principios como la filosofía de partida y la postura que adopta ante los problemas de sus clientes.